La exposición quiere mirar la primera aportación del artista a la definición del «arte moderno» entendiendo 1906 como un «período» con entidad propia en el devenir creativo picassiano. El artista vive entregado al sentido «procesual» de su obra y busca «lo primordial» en plena sinergia con las producciones artísticas de culturas consideradas entonces «primitivas».
Los referentes culturales de Picasso, además del arte ibero y del llamado art nègre, transcurrieron por el románico catalán, el arte mediterráneo protohistórico y el egipcio antiguo, entre otros. Referentes que Picasso asumió como presencias culturales enmarcadas en rituales colectivos y dotadas de una poderosa capacidad de relación con lo trascendente. P&M ha lanzado una línea de productos ilustrados con citas del artista y las vende en la tienda del museo que gestiona.
