El Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid ocupa el antiguo palacio donde residieron los reyes Carlos I e Isabel de Portugal. Fue aquí donde nació, en 1535, su hija doña Juana. Esta, ya viuda del príncipe de Portugal, fundó en 1557 este convento de monjas franciscanas descalzas.
Conserva importantes colecciones de arte sacro de las siglos XVI al XVIII, entre las que destacan la serie de tapices tejidos en Bruselas, sobre cartones de Rubens, representando la Apoteosis de la Eucaristía, que la Infanta Isabel Clara Eugenia, Gobernadora de los Países Bajos encargó para este monasterio.