El Palacio Real de Aranjuez está situado entre los ríos Tajo y Jarama, entre magníficos jardines y huertas.
Se construyó partiendo de la antigua residencia de caza de Felipe II y se completó en el siglo XVIII, por orden de Carlos III.
En su interior destacan el salón de espejos y el salón de porcelana del Buen Retiro en estilo Rococó. En la planta baja se encuentra el Museo de la vida en Palacio, con piezas sobre la vida cotidiana de la corte en las Residencias Reales.
Los jardines albergan el pequeño palacete de recreo de Carlos IV llamado la Casa del Labrador, edificio único en su género al modo del Petit Trianon de Versalles.